martes, abril 26, 2005

Luna

La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía.
Un pedazo de luna en el bolsillo
es mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
y para alejar a los médicos y a la clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir.

Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas.
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Jaime Sabines

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Algo para endulzar la tarde
Mony

miércoles, abril 20, 2005

CUNA DE PORQUERIA

Bienvenida InquisiciónY si de radicalismos hablamos, qué decir de la Iglesia Católica. Definitivamente esa cosa que llaman extrema derecha se ha puesto muy de moda últimamente. Si alguna esperanza albergaba de que la Iglesia Católica pudiera soñar con cierto progreso después de la muerte del ultra conservador polaco, llega Ratzinger a sentarse en el trono de Pedro. Bienvenido inquisidor. Anda, restaura las hogueras que habemos miles de herejes sueltos por ahí. Muchas almas descarriladas que adoran a la diosa razón y abjuran de la palabra de Cristo. Anda Ratzinger, somos muchos. Hay por ahí aborrecibles mujeres que osan creer que pueden disponer de su cuerpo para no traer al mundo al producto de una violación. Hombres miserables que se creen con el derecho de ponerse un plástico sobre su pene para no traer más pordioseros al planeta. Anda Ratzinger, hay mujeres que todavía se atreven a creer que pueden ser sacerdotisas y que una fémina puede aspirar al trono de Pedro. Condénalas Pontífice, diles que las mujeres deben eterna obediencia y que según la Biblia son el origen del pecado. Vamos Ratzinger, hay seres que han decidido que les gusta coger con alguien de su mismo sexo. Quémalos de inmediato por degenerados. No dejes que los demonios de la razón y el perpetuo cuestionamiento infesten las virginales mentes de los corderillos de dios. Vamos sucesor de Pedro, borra todas esos intentos de resurrección de cultos paganos. Habemos muchos herejes en el mundo. Vas a tener trabajo con nosotros. Pon a tus huestes fanáticas a perseguirnos. Ellos lo harán gustosos.Ya en serio ¿Qué carajos le pasa a este mundo? La humanidad se polariza. Tal parece que a falta de Guerra Fría, ante la muerte de los ismos y frente a la ridiculización de los credos políticos, sólo nos resta aferrarnos a los fundamentalismos religiosos. Nuestro siempre tirano dios monoteísta se regocija en su trono. En la humana tierra tiene a los más radicales príncipes dispuestos a aplicar a sangre y fuego su voluntad. Que felicidad. El Islam es más fanático y terrorista que nunca. El fundamentalismo protestante, con Bush como predicador estrella, gira a hacia sus vertientes más apocalípticas y si alguien pudo pensar que esta era la oportunidad de oro para que la Iglesia Católica se reivindicara como la pastora de una política humanista, apegada a la realidad, viene Ratzinger a callarnos el hocico.Había optado por mantenerme al margen de estos temas y simplemente me guardé mis opiniones en torno al circo papal. Soy ateo, no creo en la existencia de ningún dios ni nada que se le parezca y por ende consideré que era más sano mantenerse al margen. Pero hay un pequeño problema: Dios no existe, cierto, pero las iglesias, por desgracia para la humanidad, sí. Vaya que existen y son omnipresentes las condenadas. Existen y hacen daño, mucho daño. Por eso me cuesta trabajo no expresarme. Yo se que si un tsunami o un meteorito o un hoyo negro no nos borra del Universo antes, llegará el día en que la humanidad superará en forma definitiva el concepto Dios. No me cabe la menor duda. Se que llegará el día en que los seres humanos se reirán de los conceptos de deidad que tenemos hoy. Dios no sólo morirá en el sentido nietzschiano de la palabra. Será superado y olvidado. Se que algún día pasará al museo de lo obsoleto y nos reiremos de él como hoy nos reímos de la concepción cósmica de la Edad Media o de las supersticiones de la antigüedad. El problema es que me tocó nacer en una época en la que la humanidad aún es víctima de esa patraña monoteísta que inventaron los hebreos y que tan bien copiaron cristianos y musulmanes y debo cargarla a mis espaldas. No me molesta que la gente crea en un dios mientras me deje a mí no creer y no intente predicar. Pero sí me molesta de sobremanera que le impidan a una mujer abortar, que promuevan la sobrepoblación mundial, la miseria, el sida, la discriminación y la intolerancia amparados en el eterno amor de su dios. Y ya mejor ahí la dejo, porque luego me pongo a hablar de la influencia de la Iglesia en la política, de sus crímenes sexuales, del miedo y la ignorancia que siembran en las mentes humanas y aquí no acabamos nunca. Cada que pienso en esto tiendo a deprimirme, porque aunque quiera mantenerme al margen, resulta que los representantes de dios en la tierra afectan al mundo en que vivo. Mejor pensaré en otra cosa antes de sucumbir a un ataque de rabia. Dios NO existe. La Iglesia, por desgracia, SÍ.

lunes, abril 11, 2005

¿En qué momento dejamos de ser niños?

Ni modo...este post está en mi blog pero me dio la gana escribirlo también aquí...

¿Qué suceso de nuestras vidas provoca que dejemos de ser niños? ¿cuándo nos damos cuenta que ya no somos "tan niños"?

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Esto me pregunté mientras miraba "Finding Neverland"...

Letty

viernes, abril 01, 2005

Aquí cuándo?

El 2 de abril, movilizaciones en toda Europa a favor de los inmigrantes

El derecho a quedarse

Matteo Dean y Vittorio Sergi

El continente europeo está lleno de centros de detención de inmigrantes,
pues aunque el viejo continente requiere de mano de obra
los gobiernos buscan también contener el río humano que llega de sus vecinos pobres o en guerra.
Una alianza transeuropea realizará movilizaciones en varias ciudades el próximo 2 de abril,
con banderas que aquí suenan conocidas: por la libertad de movimiento,
el derecho a permanecer y la regularización sin condiciones
Europa vive hoy un fuerte conflicto social alrededor de las migraciones.
Su posición geográfica hace de su territorio una extensa frontera con muchas de las áreas más pobres y conflictivas del mundo:
África, Medio Oriente y la parte oriental de Europa.
Su geografía es también su historia, una tensión continua entre apertura,
contaminación cultural, cosmopolitismo y fuertes conflictos de identidad, fronteras internas, centros de detención y hasta exterminio de los diferentes.
Ilegal africano detenido en uno de los Centros de Permanencia Temporal en Malta/Fotografías:
ReutersAl mismo tiempo, desde la puesta en práctica de las políticas neoliberales en el marco de la construcción de la Unión Europea, se asiste a una multiplicación de las fronteras,
físicas y legales, contra la libre circulación de personas opuesta a la libre circulación de mercancías.
El área Schengen es un punto fundamental para entender la política migratoria de lo que ahora conocemos como Unión Europea,
esa entidad ya no sólo económica, sino también política y social,
que se conformó de manera institucional con el Tratado de Maastricht.
El área Schengen ha representado y representa, sin embargo,
una arma de doble filo:
si por un lado caen las fronteras internas de la unión (aunque cada Estado tiene derecho a cerrar sus fronteras por razones de seguridad),
por el otro, a partir de los noventa, se levanta una impenetrable frontera externa.
Muchos dirán que se cayó el muro de Berlín,
pero se levantó el europeo, el llamado "cuartel Europa".
La caída del muro de Berlín, en efecto, ha provocado,
junto a otros eventos geopolíticos relevantes en esa década ­como la guerra en Yugoslavia y la desestabilización en Medio Oriente­,
una ola migratoria hacia Europa que no había tenido precedentes1.
Esto ha tenido diversas consecuencias.
Primero que nada ha puesto en crisis la Convención de Ginebra sobre refugiados.
Pensada para los pocos afortunados que lograban brincar la Cortina de Hierro,
la Convención ha sido insuficiente para enfrentar la ola masiva de demandas de asilo político y refugio.
En segundo lugar, la adopción de una política migratoria común,
resultado natural de la integración europea, aunque en el papel haya sido ratificada,
todavía no ha encontrado caminos factibles de realización, debido a las diferentes exigencias de cada país.
Basta pensar en los países del Mediterráneo,
más afectados por estas olas migratorias.
En fin, la crisis provocada por la total falta de preparación de los países europeos para vivir la etapa posterior al cambio de equilibrio planetario.
Europa, en pocos años, se ha convertido en punto de referencia económico y político.
Acostumbrada a ser más bien contrapeso a la enorme presión del bloque socialista,
en pocos años, desde la caída y la desaparición de éste,
se ha vuelto polo atractivo para todos aquellos que de una día a otro han visto sus vidas empobrecidas y sin perspectivas.
Cuando dos vecinos viven presumiendo la riqueza y la cordura y de repente uno de los dos pierde todo,
es obvio que el que se ha quedado sin nada busque y mire al otro.
Y cuando esto pasa, cuando el que se ha quedado rico de una día a otro se ve rodeado por gente hambrienta,
la reacción puede ser de dos tipos:
abrir la puerta de su casa y acoger de la mejor manera a los nuevos huéspedes, o,
al contrario, encerrarse en su casa a gozar de su propia riqueza.
Algo así ha pasado en Europa. En sus territorios no hay fronteras,
pero hacia el exterior se ha levantado el nuevo muro del siglo XXI.
Mas allá de razones sociológicas y filosóficas,
ligadas sobre todo a un fuerte egoísmo de identidad,
las razones de tal elección política puede buscarse en las cuestiones económicas.
Europa ha visto abrirse la puerta de su casa a un nuevo mercado,
pero éste ha ido acompañado del crecimiento asombroso de una nueva,
barata y políticamente desorientada mano de obra.

Tomado de La Jornada.